Obligados a cerrar y con la incerteza de la reapertura, restaurantes, cafés y bares sufren la crisis económica que arrastra la pandemia. Aquí, el director de Ingeniería Comercial de la sede Temuco, Felipe Bozzo, analiza su complejo escenario.

“No es solo la pandemia global, también arrastran las complicaciones del estallido social de octubre”, advierte de entrada Felipe Bozzo al ser consultado por las complicaciones que enfrentan por estos días los empresarios del sector gastronómico en nuestro país.

Para el director de Ingeniería Comercial de la sede Temuco, esta industria tiene un diagnóstico complejo y un escenario de mucha incertidumbre. “Es un rubro que venía afectado directamente en los últimos meses por el estallido social. Sin embargo, la crisis de la pandemia global es de una magnitud totalmente diferente, ya que no es una contracción de demanda, sino que un cierre total y de perspectivas inciertas, ya que en este escenario la propensión de la gente es hacia el ahorro”, reitera.

Para el académico, los más afectados son los pequeños emprendedores, pues “no tienen capital para sostener el negocio sin ventas. Lamentablemente, esa es la realidad de la gran mayoría en Temuco y el país”.

Alternativas de financiamiento

Para el experto, las opciones que tiene el sector gastronómico pasan por la búsqueda de financiamiento. “El sector debería actuar en conjunto para buscar ayudas y mecanismos de financiamiento que le permitan a los emprendedores pasar este shock temporal y evitar así que se destruya su emprendimiento de manera permanente. Tal vez es momento de replantear el modelo de negocio y diseñar una estrategia de salida para cuando pase la pandemia. Luego se podrían buscar socios o colaboradores que estén dispuestos a sumarse en esa apuesta de futuro”, dice.

Bozzo, también visualiza lo que debería ser la ayuda de parte del Estado y del gobierno para este sector, una vez superada la crisis sanitaria actual. “Los gobiernos europeos están mostrando el camino. Se requiere una inyección muy potente de política fiscal y monetaria, que llegue a los emprendedores en forma de créditos blandos avalados por el Estado, para que no se vean forzados a cerrar sus negocios”, detalla.

“Creo que es importante saber que, como toda crisis, pasará. Ahora, lo importantes es encontrar un mecanismo para pasar el desierto”, concluye.