Eclipse total de Sol convirtió el día en noche en 15 comunas de La Araucanía
Fabiola Arévalo, doctora en Ciencias Físicas y académica de la Facultad de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad Mayor, y Manuel Gedda, director de la carrera de Turismo Sustentable, analizan en detalle este espectáculo único y su impacto en el sector turismo.
A pesar de la lluvia y de los cielos nublados, miles de personas fueron testigos del eclipse total de Sol que, pasadas las 13 horas de este lunes 14 de diciembre, convirtió el día en noche en 15 comunas de La Araucanía.
Por poco más de dos minutos, entusiastas observadores —armados con paraguas y lentes de eclipse— fueron testigos privilegiados de este espectáculo único que en la Región volverá a ser visible recién en el año 2413.
“Dependiendo de la ubicación y las condiciones meteorológicas, se logró ver el cambio de luminosidad y de temperatura”, señala Fabiola Arévalo, académica de la Facultad de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad Mayor, sobre el eclipse.
Solo algunos afortunados, agrega la Dra. en Ciencias Físicas, lograron observar cómo la luna fue cubriendo parcial y totalmente el sol. Esto, porque la nubosidad cubrió los cielos de gran parte de la zona de Umbra.
Sin embargo, el fenómeno de oscuridad logró generar cambios que fueron percibidos no solo por los humanos, también “los pájaros de la ciudad y algunos animales domésticos vieron alterado su comportamiento”, destaca la especialista.
Interés por la astronomía
Algunas de las enseñanzas que deja el eclipse, son la precisión con que trabaja la ciencia moderna en las predicciones de estos espectáculos naturales, ya que “desde hace varios años se conocía la fecha y hora exacta en que ocurriría este fenómeno, como resultado de la evidencia acumulada del estudio de objetos celestes”, precisa la Dra. Arévalo.
“Se sabe cuándo ocurrirán eclipses en los próximos 1000 años, en esto hay mucha certeza, pues contamos con muchos datos sobre el sistema solar y modelos precisos sobre cómo funciona el cielo”, añade.
La académica destaca el gran interés por la astronomía que tuvo el público general, tanto en los colegios que asesoró, junto a cuatro docentes de las sedes Temuco y Santiago, como en las actividades de difusión en las que participaron.
“En lo personal, ya me están llegando fotografías y videos sobre personas que utilizaron el material educativo generado por la Universidad y que pudieron tomar fotografías con variados mecanismos”, cuenta.
Eclipse y su impacto en el turismo
Sobre el efecto de este evento astronómico en el turismo de la Región, Manuel Gedda, director de la carrera de Turismo Sustentable de la sede Temuco, dice que existen opiniones encontradas, ya que “mientras algunos querían que llegará gente a La Araucanía, por la reactivación económica para un sector fuertemente golpeado por la pandemia. Otros piensan que esa concentración de gente podría ocasionar un rebrote, lo que obligaría a tomar medidas restrictivas en pleno verano”.
Pero, más allá de esa dualidad, el académico hace hincapié en los efectos positivos que tendrá la promoción de la Región. “La Araucanía se beneficia enormemente con el turismo nacional e internacional que llegó a la zona y desde ese punto de vista la zona costera, particularmente, ha sido la más favorecida. Es una zona con muchos componentes culturales que los turistas están empezando a conocer y valorar”, señala.
Según prevé el experto, habrá más movimiento hacia lo costa de La Araucanía que en años anteriores, ya que los turistas buscarán escapar de destinos turísticos aglomerados para vacacionar.
Otra ventaja es la incorporación del astroturismo como una posibilidad de desarrollo para territorios como los de La Araucanía, los que no habían sido considerados, anteriormente, para estas actividades. “Ahí hay un camino interesante y eso es bueno, sobre todo para los sectores de la cordillera y de la costa”, explica Manuel Gedda.
En ese contexto, complementa la Dra. Arévalo, “es importante recordar que hay muchos eventos astronómicos que se pueden observar desde casa, con mayor razón ahora en el verano, y que el cielo del sur tiene mucho que ofrecer a su población, tanto del aspecto turístico, educacional y de la conexión misma como seres humanos con nuestro cielo, no hay que olvidar que somos el universo estudiándose a sí mismo”.